Desde Irlanda con amor – IV
Finalmente, las sospechas se confirmaron. Desde que dejamos Dublín no tuve oportunidad de ir actualizando el blog. Hoy hemos regresado ya a casita, a nuestra isla y ya echo de menos las agradables temperaturas de 15 grados de Irlanda.
Dejadme hasta mañana para subir las fotos y os cuento la segunda parte del viaje.
Mientras tanto, os comentaré algo que me ha pasado en el vuelo de Madrid a Palma. Detrás mío se ha sentado el típico macarrilla (“que pasa neng!!!”). En este caso en particular el elemento era madrileño, de unos veinte años y durante esas dos décadas nunca se había subido a un avión. Aunque me sorprende, lo puedo comprender. Pero lo que me ha molestado es que todo le parecía mal:
En el aeropuerto de Barajas, los aviones tienen que circular bastante por las pistas hasta llegar a la cabecera y poder despegar. Que si nos iban a llevar a Mallorca por carretera…
Durante el vuelo me ha parecido escuchar que protestaba, pero como yo llevaba los cascos puestos no he escuchado que ha dicho.
Una vez en tierra y justo cuando habíamos llegado a la terminal, se quejaba de a que esperaba la gente para salir y finalmente que a ver que pasaba con las maletas.
Llamadme tiquismiquis, pero este tipo de personas me saca de quicio.
Bueno, ya me he quejado.
Lo dicho, mañana espero tener algunas fotos ya colgadas y os cuento como terminó el viaje.
Pues nada hombre, como se dice en estos casos Welcome to the real world.