Por suerte o por desgracia, trabajo en una gran empresa que tiene oficinas en bastantes países a lo largo y ancho del mundo, y es bastante habitual que tengamos que hablar a diario con los técnicos de las oficinas. Pero al estar a miles de kilómetros no los conoces en persona, sólo son una voz al otro lado del teléfono o una dirección de correo que te escribe pidiéndote algo. A mi se me hace muy raro estar comunicandome habitualmente con alguien que no se qué cara tiene, o cómo es físicamente.

Para solucionar en parte esta situación he enviado el enlace de una foto mía a los compañeros con los que tengo más relación (especialmente cuando me entere que uno se refería a mi como «Mr. Llull» ) y tengo la esperanza que ellos me enseñen una suya. Incluso con uno de ellos he quedado que haremos una prueba de videoconferencia para ver que tal funciona y aprovecharemos para vernos las caras.

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